La Rebollada es el punto de partida de la ruta de las Hoces del Río Esva, declaradas Monumento natural, esta consideado el bosque de ribera mejor conservado de la Península Ibérica. Su cuenca es una estrecha garganta excavada en la roca con paredones de hasta 500 metros de altura. Las pizarras, areniscas y cuarcitas y, aunque en menor medida, las calizas y los mármoles, afloran en las paredes rocosas de las Hoces del Esva y constituyen un elemento de sumo interés desde el punto de vista geológico.